Educación

La UNSL tendió puentes con los territorios a través de la Escuela Internacional de Extensión

Bajo el lema “Extensión crítica e integralidad desde los territorios: movimientos, organizaciones sociales y pueblos ancestrales como sujetos de derecho, saberes y prácticas de transformación”, la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) se convirtió durante dos días en el punto de encuentro latinoamericano para repensar el rol social de la universidad pública.

De esta forma, el 5 y 6 de diciembre se desarrolló por primera vez la Escuela Internacional de Formación en Extensión Universitaria. El evento reunió a docentes, no docentes, estudiantes y a representantes de organizaciones sociales y comunidades con una  agenda diseñada para abordar las urgencias del presente desde una mirada crítica y territorial.

Las actividades se desarrollaron con diversos talleres simultáneos, demostrando que el compromiso con la transformación social no se detiene. Esos cinco talleres ofrecidos fueron verdaderos laboratorios de pensamiento colectivo:
«Barrios resistiendo desde el cuidado. Trueque de saberes.»
«Ambiente y territorio. ¿Qué hacemos frente a los extractivismos?»
«Curricularización de la extensión crítica. Entramado en construcción»
«Comunidad es humanidad»
«¿Universidad para quién? El legado de Mauricio López y el estudiante de hoy»

Cada espacio buscó romper la dicotomía entre la teoría académica y la práctica comunitaria, promoviendo un diálogo horizontal de saberes.

En diálogo con La Bulla, Oscar Ojeda, Secretario de Extensión de la UNSL, destacó el carácter fundacional del evento: “Esta escuela es la primera de muchas. Buscamos inaugurar un camino institucional para planificar hacia dónde llevar la extensión universitaria, un camino que debe construirse y caminarse junto a los territorios”.

Por su parte, Itatí Arce, secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Humanas, subrayó el sentido político del encuentro: “Estamos problematizando el rol de la universidad en relación a las comunidades desde una perspectiva crítica, en el marco de los derechos humanos, apuntando a una universidad antiracista, anticolonial, feminista y anticapitalista”.

La visión latinoamericana la aportó Humberto Tommasino, extensionista uruguayo y Doctor Honoris Causa de la UNSL, quien es un faro del movimiento de extensión crítica en la región. Su participación no solo otorgó un marco teórico sólido, sino que conectó la experiencia puntana con una red de luchas y pedagogías populares a lo largo del continente.

Más Allá del Evento: Hacia la Curricularización

Uno de los ejes más debatidos fue el de la “curricularización”, es decir, cómo integrar de forma estructurada y obligatoria la extensión crítica en los planes de estudio. Este no es un mero ajuste administrativo, sino un profundo cambio: implica reconocer que los saberes populares y comunitarios son constitutivos de una formación universitaria integral y de calidad.

La escuela, por lo tanto, no fue un punto final, sino un punto de partida. Sembró la pregunta sobre qué tipo de universidad demanda el siglo XXI y dejó claro que, para una parte significativa de la comunidad académica y social, la respuesta está en salir de las aulas, tender puentes con los movimientos sociales y aprender de los pueblos ancestrales. En un contexto de fuertes restricciones presupuestarias y cuestionamientos a la educación pública, la UNSL eligió reafirmar su compromiso con los territorios, una apuesta política que ahora deberá transitar el desafío de la institucionalización.

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