Colombia: «Hay una violación flagrante y completa a los derechos humanos»
El martes 4 por la noche, las masivas protestas contra el gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, alcanzaron su pico máximo de represión por parte de las fuerzas de seguridad nacionales. Las manifestaciones, que comenzaron el pasado miércoles dejaron el fatídico saldo de 34 muertxs, 82 desaparecidxs y más de 800 heridxs, según cifras que lxs manifestantes recogían por redes sociales.
Esta situación ha puesto al país bajo la lupa de los organismos internacionales por la recurrente violación a los derechos humanos y los abusos de las fuerzas de seguridad.
La Bulla Comunicación Alternativa, dialogó con John Borney Muñoz, filósofo, investigador, docente, quien desde Bogotá relataba lo que estaba sucediendo el martes 4 por la noche. Noche que quedará en la memoria de todo el pueblo colombiano como una de las mas sangrientas de toda esta revuelta histórica. «La fuerza pública ha abusado. Definitivamente, aunque la figura presidencial permanezca, la acción en las calles ha sido estrictamente militar. Asesinando, abusando, maltratando y de manera desproporcionada aplicando el uso de la fuerza. Hay una violación flagrante y completa a los derechos humanos. Colombia ha olvidado que tiene tratados internacionales sobre derecho internacional humanitario. Y su fuerza pública parece una banda de reprimidos que están al tanto para ir a desfogar toda esta represión contra el pueblo. Hijos del pueblo matando al pueblo», relataba a través de whatsapp John Borney Muñoz.
Numerosas ciudades de Colombia vivieron horas de extrema tensión y violencia ejercida por las fuerzas represivas. Solo a manera ejemplificativa, se puede detallar lo que se replicó en diversas ciudades y distritos: el sector de Bosa Piamonte en Bogotá, no cesó la represión por parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD. Los videos que circulaban por redes sociales reportaban que se lanzaban gases hacia las casas y sus habitantes debía salir huyendo. Asimismo se denunciaba disparos de arma de fuego.
Para entender como se llega a esta instancia John explica: «Este país se empieza a encender en términos de una provocación política, con la apuesta a una reforma, que si bien ya han depuesto, ahora está en un proceso de reestructuración para volver a ser puesta ante el Congreso. En ese orden de ideas, se siente que hay aun una inseguridad puesto que las intenciones de un Estado como el nuestro, que está amparado por los grupos económicos fuertes de este país, es bien compleja». Y agrega: «Pero en medio de esto, está la protesta que ha hecho la ciudadanía en todo el país. Movilizaciones pacificas, muy tranquilas. Pero en algunas ciudades esto se ha salido de las manos y la acción de a fuerza pública ha sido excesiva. Han habido más de 34 muertos, más de 82 desparecidos. Y en este momento, la ciudad de Cali se reportan todo un vejamen de abusos por parte de las autoridades. Y no solo es en Calí, también es en Valledupar, donde hay jóvenes que han salido a protestar pacíficamente, heridos a bala. Hay un exceso desproporcionado de la fuerza pública. El abuso es desproporcionado ya que el Ejercito se ha metido en la ciudad, por orden presidencial. Y esto es un atentado al derecho constitucional de la protesta».
El paquete de ajuste del gobierno de Duque, que esperaba recaudar 24 billones de pesos (6.400 millones de dólares) para paliar la crisis económica y sanitaria por la pandemia de Covid-19 con medidas que afectan la economía de los y las colombianas, incluía gravar con un IVA del 19% los servicios públicos desde el estrato 4, gravar los servicios funerarios, otorgar autorización a las autoridades municipales para implementar peajes dentro de las ciudades capitales e incrementar al 43% el porcentaje de los productos de la canasta básica familiar que pagan IVA. El análisis que John realizó a La Bulla aporta claridad cualitativa a estas cifras: «Colombia es un tiranía democrática, aquí todo el mundo puede hacer lo que quiere entre comillas, pero las libertades están limitadas por el factor económico. Aquí todavía tenemos barrios marginales. Siglo XXI y en Bogotá se carece de conexión para los estudiantes para, por ejemplo, poder mantener una clase virtual, esto entre otras cosas, como los problemas de salud, de seguridad, la falta de empleo, la falta de oportunidad para la gente joven y una serie de variables que intervienen han llevado al colmo a esta juventud y a la sociedad en general. Y sin duda, enmarcada en ese desasosiego histórico la población se ha levantado y ha protestado sobre todo por esta reforma que atentaba contra los ciudadanos».
Compartimos el audio completo de John Borney Muñoz, filósofo, investigador, docente colombiano: