DD.HH

Concejales de Carpintería contra la Memoria, la Verdad y la Justicia

Luego de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto, cuando no tan sorpresivamente nos enterábamos que la derecha se alzaba con significativos porcentajes y tomaba la delantera el partido fascista La Libertad Avanza, los sectores conservadores del país comenzaron a envalentonarse. Discursos de odio por doquier, pintadas vandálicas a locales lgbt, quema del monumento en homenaje a María Remedios del Valle hasta llegar al ya conocido acto negacionista para conmemorar a genocidas, realizado por la candidata a vicepresidenta del mencionado partido y diputada nacional Victoria Villarruel en la mismísima Legislatura Porteña.

Y así de envalentodxs están que el 4 de septiembre, el mismo día que Villarruel avanzaba con su nefasto “Homenaje a las víctimas de terrorismo”, el Concejo Deliberante de la localidad de Carpintería de la provincia de San Luis rechazaba un proyecto de ordenanza que daría prioridad en el uso de la plaza central a las actividades por el día de la Memoria por la Verdad y la Justicia que se realiza cada 24 de marzo.

Al pie de las sierras de Comechingones, a 8 km de Villa de Merlo y 192 de la capital puntana, se encuentra Carpintería, un pueblo de aproximadamente 7.000 habitantes. Allí, hace más de diez años, cada 24 de marzo, se realizan en la plaza central actos e intervenciones artísticas por la Memoria, la Verdad y la Justicia. El encuentro lo impulsa una asamblea que reúne a personas autoconvocadas, artistas y organizaciones sociales, políticas y gremiales. También articulan actividades con la escuela y las bibliotecas populares del pueblo. La consigna que lxs reúne es concreta y se antepone a los proyectos que los sectores antiderechos intentan imponer: “El arte convoca a la memoria. Sembrar memoria para cosechar libertades”. Esa misma frase está escrita en un mural de la plaza en la que concentran cada año en marzo, cuando en todo el país se conmemora el genocidio que se vivió a causa de la última dictadura cívico-eclesiástica-empresarial-militar.

Este año el 24 de marzo fue distinto. El intendente Gastón Herrera decidió priorizar el uso de la plaza con otras actividades: un baile, un recital y eventos relacionados a una carrera de rally y de parapentes.

Julián Hernández, integrante del partido político opositor Frente Ciudadano e integrante de la organización que le da forma a las actividades por la Memoria, la Verdad y la Justicia, señaló en diálogo con La Bulla, que esto es pasar a “segundo plano el 24 de marzo con todo lo grave que eso significa. A nosotros nos pareció un hecho gravísimo en ese momento donde hay un reflote de la teoría de los dos demonios”.

Para que no se repita la situación provocada por el intendente, desde el Frente Ciudadano decidieron presentar un proyecto al Concejo Deliberante para que “tenga prioridad la conmemoración por el 24 de marzo”. Pero el suceso se complejizó cuando lxs concejales viraron en contra de la memoria y a favor del negacionismo.

Un Concejo que no delibera derechos

El 4 de septiembre, el Concejo Deliberante, con el voto negativo del concejal Andrés Olmedo y la concejala Jessica Funes y la abstención del concejal Walter Nuñez, decidió rechazar el proyecto por entender que “tiene como finalidad la disputa partidaria y por lo tanto invalida el contenido”. Es decir, que no se aprueban proyectos que beneficien la vida en común si entienden que existe una disputa partidaria. Una manera autoritaria y desinteresada de abordar los problemas de la comunidad.

Hernández explicita que esto “no es una disputa partidaria porque, insisto con esto, es más fácil para un partido político organizado presentar un proyecto de ordenanza que para un vecino suelto de Carpintería, porque sabemos cómo hacerlo y porque es un derecho también presentar frente al Concejo Deliberante cosas de interés para el pueblo o al menos para un sector del pueblo”.

En una carta abierta al pueblo de Carpintería en rechazo a la decisiones de las y los concejales, desde el Frente Ciudadano mencionaron que “creemos que la gravedad que reviste esta decisión, dando la espalda a la sociedad civil y a las organizaciones de Derechos Humanos, negando más de una década de vecinas y vecinos que se organizan en el uso de sus derechos cívicos, en el espacio público, apelando al valor simbólico que lleva implícito reunirse en la plaza para decir NUNCA MAS, pone de manifiesto una gran irresponsabilidad de quienes hoy ocupan esos cargos, en un año emblemático para la vida política de nuestro país al CONMEMORARSE 40 AÑOS DE DEMOCRACIA”.

Hernández sostiene que que “nos parece muy importante que el Concejo Deliberante de Carpintería revea esta decisión, que el Intendente de Carpintería revea esta decisión y que podamos conmemorar los 24 de marzo como debe ser con la participación popular, la organización popular de quien así lo sienta y que insistimos que lo que queremos es priorizar ese evento y no pretendemos la anulación de otros, simplemente prioridad para el uso de la plaza para esa conmemoración”.

Lo curioso de la decisión -además de sus escasos fundamentos- es que se dio el mismo día en que la derecha radicalizada hacía un homenaje en la legislatura porteña a las “víctimas del terrorismo”. Una de las organizadoras de ese homenaje, la negacioncita vinculada a genocidas, Victoria Villarruel, viene introduciendo en la agenda pública el debate sobre la violencia política en los setenta y la violación a los Derechos Humanos. La operación que realizan es equiparar la violación a los DD.HH con las acciones armadas de las organizaciones político-militares, lo que implica un nuevo intento de bajar el precio de la gravedad que tuvo para nuestro pueblo el terrorismo de Estado.

De esta forma, el negacionismo de estxs concejales va en consonancia con el de Villarruel y permite delinear una agenda conocida. Una que plagó de campos de concentración al país en la década del ´70, campos de concentración donde los represores torturaban de las maneras más crueles, donde violaban y robaban bebés. Campos de concentración por los que pasaron también integrantes de la comunidad lgbt que sufrieron en primera persona la profunda crueldad de los genocidas que labraron un pacto de silencio que se sostiene hasta el día de la fecha. Campos de exterminio que se cobraron la vida de 30.400 compañeres.

Una agenda que es la misma que instalaron los amigos genocidas de Victoria Villarruel con el denominado Plan Cóndor, prueba piloto de las políticas neoliberales que los “países del primer mundo” impusieron en Argentina y Chile a base del terror. Ese que intentarán replicar si acceden al poder.

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