Cada vez es más común, encontrar en nuestros barrios chicxs con diagnósticos que aluden a diversos problemas de aprendizaje. Madres y padres preocupados por que desde la Escuela, les informaron que su hijo/a padece Dislexia, ADD (trastorno de déficit de atención) o tantas otras etiquetas posibles. A partir de allí se abre un camino complejo para el estudiante y su entorno. Por un lado la estigmatización en su contexto próximo, por otra parte la difícil tarea de encontrar una institución escolar que atienda ese «posible» diagnóstico y hasta el peligro de llegar a medicalizar a un niño/a y reducir la problemática a una solución médica. Remarcamos «posible», porque partimos de la presunción, que algunas veces el diagnóstico de una problemática simplifica la situación de un estudiante y exime de ciertas responsabilidades a la institución escolar.
En busca de una mirada más cercana a este avance de diagnósticos express, nos entrevistamos con la Psicopedagoga María Noelia Castillo, quien además es docente en la Universidad Nacional de San Luis.