La Comunidad Teatral de San Luis en defensa y alerta por el Instituto Nacional del Teatro

El miércoles 21, el vocero presidencial Manuel Adorni, con la desfachatez y crueldad que lo caracterizan, confirmó la la reforma del Instituto Nacional del Teatro (INT), que pasará a ser un apéndice de Cultura. De esta forma pierde la autarquía por la que tantos años luchó la comunidad teatral del país y que es un derecho ganado, en especial por el sector del teatro independiente.
Una vez mas, el gobierno nacional busca aniquilar derechos por decreto como en este caso, la Ley Nacional del Teatro número 24.800, que así como el INT son fruto de la lucha histórica de teatristas de todo el territorio argentino.
En San Luis, hace tan sílo unos días, la comunidad teatral avizorando este anuncio por decreto, emitía un comunicado alertando que se encuentraban en estado de alerta y movilización ante la grave situación institucional que atraviesa el INT. Allí denunciaban que los cargos de los representantes de la región de Cuyo, que comprende las provincias de San Luis, Mendoza, San Juan y La Rioja, se encontraban vencidos y no habían sido llamados a concurso para cubrirlos.
«Estamos en alerta y movilización por la Ley Nacional del Teatro 24.800 y por el Instituto Nacional del Teatro (INT), que se desprende de esta ley», afirmó en diálogo con La Bulla Mariela Domínguez, hacedora teatral, integrante de La Tía Tota Grupo Teatral y de La Papelería Centro Cultural de la ciudad de San Luis. «En este momento estamos a punto de quedarnos sin representación, no sólo en San Luis sino a nivel Cuyo. San Juan ya no tiene representación» detallaba.
En el mencionado comunicado se detallaba que “el 31 de mayo toda la región de Cuyo queda sin representantes provinciales ni regionales ante el Consejo de Dirección del organismo lo que nos expone a una desigualdad enorme frente a otras regiones del país, que atraviesan hoy amenazas similares. Sumado al hecho de que han quedado sin lugar los representantes del quehacer teatral nacional, la política actual nos condena a un centralismo que desconoce la complejidad, diversidad y riqueza del teatro argentino”.
Ahora, ya es una realizada la total desarticulación y desmantelamiento impuesto por Javier Milei al ámbito del teatro nacional.
Los fondos del INT
En su anuncio, Adorni buscó confundir y mal informar sobre el funcionamiento del INT. Sostuvo que se gasta “un 65% del presupuesto en sueldos y funcionamiento y solo un 35% llega efectivamente al teatro, cuando la premisa era que el 90% se destinará al fomento del teatro. La planta ya se redujo en un 20%”. Se eliminará el consejo directivo y los representantes provinciales del INT y en su lugar se nombrará un consejo asesor, ad honorem.
Lo real es que el INT se financia con el 10 por ciento de los ingresos recaudados por el Ente Nacional de Comunicaciones – Enacom, ente que desde hace algunos meses también ha sido objeto de diversos cambios y medidas de recorte que implican el cierre de oficinas y más de 350 despidos.
Parte del entramado virtuoso del INT es que no utiliza ningún impuesto nuevo para su financiamiento sino un porcentaje de tasas y multas ya existentes. Sus recursos son públicos y se aprueban todos los años en el Congreso de la Nación junto al Presupuesto.
La comunidad teatral de todo el país conoce tanto el origen como la asignación de los fondos ya que son públicos y transparentes y sus recursos se distribuyen de manera democrática y federal.
La cultura como derecho humano
El INT es una institución fundamental para el desarrollo del teatro independiente en todo el país. La falta de representación y la pérdida de autarquía pueden tener graves consecuencias para la actividad teatral y cultural en general.
Con su desmantelamiento, “se está coartando el derecho de acceso a la cultura y no sólo de los espectadores y el espectadoras que se acercaban a las salas de teatro independiente, sino de toda la provincia con la que nos vinculamos cuando llevamos un obra a una localidad pequeña o a un paraje donde no hay salas estables”.
Además, Dominguez explicó que “desde hace bastante tiempo, más de un año, el Instituto ha bajado sus líneas de subsidio”. Y agregó que “generalmente estos subsidios no generan un sueldo o un pago para los y las hacedoras, sino que tiene que ver más con un capital inversión, generan más como microcircuitos de economías. Estamos hablando que, por ejemplo, un subsidio para sostener una sala de teatro independiente por un año en San Luis es de apenas un millón doscientos mil pesos para gastos de mantenimiento que son mucho mayores”.
Por eso, desde la comunidad teatral sanluiseña expresan que esta coyuntura requiere la atención de todes les involucrades en la actividad teatral y de la comunidad en general, por eso hacen “un llamado a la acción y a la solidaridad para defender el Instituto Nacional del Teatro y la Ley Nacional del Teatro” ante los recortes y el desmantelamiento que pretende ejecutar el gobierno de Javier Milei. Un llamado a resistir y a defender el arte y la cultura como derecho humano.
«Creemos que la mejor manera de resistir es seguir haciendo porque lo que se quiere con esta situación es silenciar, entonces nos parece que la mejor lucha en este momento es seguir haciendo y sosteniendo la actividad teatral y la actividad artística pese a todo», concluye la hacedora teatral.