Jujuy en pie de lucha y resistencia
Pese a ello, el pueblo sigue exigiendo la anulación de la reforma constitucional, la renuncia y procesamiento judicial del gobernador Gerardo Morales y resiste a la apropiación de sus tierras con cortes de rutas ininterrumpidos.
Voces indígenas en el corte de ruta de Purmamarca
Al modelo extractivista, representado principalmente por la minería de litio, que quiere imponer Morales y que atenta contra toda integridad humana y natural, las comunidades indígenas lo enfrentan en las rutas, organizades y con cortes informativos.
Y pese al cerco mediático que ha impuesto el gobernador jujeño, las voces indígenas se hacen escuchar. Aquí, dos testimonios de hermanxs indígenas en el corte de ruta en Purmamarca. Dialogan con cuidado y prefieren no dar sus nombres por temor a las represalias.
«Soy miembro de la comunidad originaria del pueblo Coya de Salinas Grande. Nosotros estamos en acá en el corte casi ya 20 días por el tema que se baje la reforma del señor gobernador Morales, que hizo esa reforma inconstitucional a la espalda del pueblo […] El hizo su constitución provincial, que también es muy engañosa, muy contradictoria donde dice que todos los recursos naturales, todas las tierras fiscales van a pasar a ser dueño del gobierno. Entonces, quien no tiene título, bueno, todo va pasando a ser en manos del gobierno. Quien da los títulos son los gobiernos y entonces eso es algo contradictorio, es algo gravísimo. Vamos a ser esclavos del gobierno. Por esa razón es que nosotros no queremos. Y como pueblo originario nunca se ha consultado a las comunidades, jamás. Y él sale mintiendo, diciendo que se ha consultado a las comunidades, que acá hay juego político. Nosotros queremos afirmar que no somos de ningún partido político ni justicialista, ni radical, ni izquierda, nada. Nosotros somos pueblo originario y estamos peleando por nuestro territorio, para dejarle a nuestras futuras generaciones. Hemos mantenido nuestra tierra, como tal nos enseñaron nuestros ancestros y hoy por hoy queremos seguir manteniendo eso porque la Pachamama es lo más grande y lo más sagrado que hay para nuestra futura generación y por nuestros ancestros, nuestros abuelos que han luchado muchísimo. Hoy por hoy vamos a hacer este corte para seguir esta resistencia y no vamos a bajar los brazos y como decimos no somos delincuentes, solamente peleamos por una causa justa».
Otro testimonio, en pleno corte, es el de una hermana indígena que relata que vive de la venta de artesanías, trabajando la lana de llama y oveja: «Venimos caminando del norte, salimos caminando el 14 de junio y fuimos hasta San Salvador, a la marcha, después volvimos hacia Purmamarca para hacer un corte de ruta».
La hermana detalla la represión vivida el 20 de junio, cuando se aprobó la reforma constitucional. «Nosotros vinimos pacíficamente a hacer una lucha para luchar por nuestros derechos, para que se caiga la reforma y ellos empezaron con la agresión, disparando. Ellos empezaron a disparar. Bueno, ahí es donde la gente se trató de defender, porque ellos disparaban y nosotros tratamos de defender porque ellos empezaron a tirar piedras, a tirar balas y la gente empezó a correr como podían para cualquier lado. Ellos agarraban a cualquiera, sea mayor, grande, chico, de todo, cualquier tipo de persona. Les pegaban, les rodaban de los pelos, se llevaban a los detenidos. Y muy prepotentemente, no te respetaban. Se llevaron las cosas que teníamos ahí para cocinar, tenían sus ropas, tenían sus mochilas, tenían sus frazadas, la agua, la fruta que nos habían donado pero ellos no se la empezaron a llevar, cargaron en la patrullera».
Reforma aprobada a espaldas del pueblo
Verónica Apaza, artesana e integrante de la Red Puna detalla que «estamos acá en la ruta porque la reforma se ha aprobado, se ha jurado a escondidas del pueblo, no se hizo la consulta. Hay muchos puntos de la reforma que nos perjudican, que no nos va a dejar vivir tranquilos en nuestras comunidades porque hay licencia para la minería».
Un trabajador que, varado en el corte y con urgencia de llegar a su destino, apoya la medida. Menciona que el pueblo tiene derecho a ser escuchado y agrega «me llama la atención que el gobierno no tenga la capacidad de reunirse y de llegar a un acuerdo, de buscar el dialogo para solucionar este conflicto».