La Barriada, un patio cultural puntano con ímpetu de resistencia

“La Barriada es un espacio que está en gestación, en proceso y que empezó para mí particularmente de la manera más linda, que es desde el afecto, desde el amor y desde la lucha también. Intentando contagiar todo eso: respeto, cariño y amor para encontrarse con el otro, para saber escuchar, para ser escuchado. También tener la fuerza necesaria para cambiar, ponerse de acuerdo y cambiar las cosas que nos parezcan que hace falta cambiar, que en lo personal son muchas”, detalla Enzo Mottura, une de les integrantes que sostiene y le da vida desde la gestión y el compromiso a este patio cultural.
Enzo se refiere a La Barriada, un patio cultural enclavado en el barrio San Martín, en la zona oeste de ciudad de San Luis, que desde hace unos meses va tomando forma con impronta local desde y para los barrios puntanos.
Para Erika Hormaeche, otra de “las tres patas” -como elles se autodenominan- de La Barriada, darle forma a un patio cultural en y para un barrio popular se remonta a sus orígenes y encuentra en el proyecto un espacio donde “expresar esta necesidad que que vengo teniendo desde mi lugar de origen y que tiene que ver con con el acercamiento con la gente desde el lugar que que nos sensibilice como lo es el arte”.
Así, va tomando forma un espacio donde no faltan las peñas con música cuyana, danzas, poesías, rondas de lecturas y todas las expresiones que florezcan para el encuentro y también, para la resistencia.
Porque, como detalla Gabi Magallanes, el tercer integrante, La Barriada “también surge de una inquietud que se puede llamar también una injusticia, que es como uno va quedando desplazado del arte. Porque quienes son artistas, si quieren vivir de eso o si quieren triunfar en eso que hacen, los van expulsando de sus territorios y llevándolos hacia el centro”.
Por eso este proyecto insiste en hacer del barrio popular un lugar donde generar propuestas culturales y artísticas para les vecines y para toda la comunidad puntana. Porque, como detalla Gabi, “quienes no hacemos el arte y queremos disfrutarlo, a veces uno termina quedando desplazado, no tanto por la entrada en los casos que se cobran entradas, sino por las distancias para moverse, así que surge también de una inquietud, de una injusticia a la que uno busca darle pelea o resistencia y abriendo un espacio cultural por fuera de los centros, manteniéndonos en la periferia”.
Compartimos el diálogo completo mantenido con les integrantes de La Barriada:







Muchos saludos desde Alemania, de Erika Hormaeche.
Muy lindo proyecto.